50 años de atrocidades, bombardeos,
asesinatos y secuestros no pueden ser olvidados simplemente porque un presidente les
dio un perdón.
Quizás para Santos sea un acto
de justicia y de agradecimiento por alguna delación importante durante el
Gobierno de Uribe, pero para el pueblo colombiano en modo alguno podria existir
algún compromiso moral con este grupo como para dejarlos tener una vida
tranquila.
El espinoso camino electoral:
En la calle no hay amnistia ni leyes
especiales que hagan olvidar los crimenes cometidos por ese grupo . Solo es el
sentimiento de un pueblo que jamás se identificó con sus proceder politico.
Todo esto solo confirma mi teoria de
que el peligro de Timochenko solo existe en las redes, en los analistas politicos y por
supuesto en el pensamiento de Uribe, para quien inducir temores de una posible
llegada de este sr al palacio de Nariño , seguramente le da muchos dividendos
politicos.
Las FARC después de Uribe:
Debo aclarar una vez mas que Alvaro
Uribe tiene un lugar asegurado en la historia por haber disminuido casi a la
nada a este grupo terrorista y de haber abierto en consecuencia el camino de
prosperidad que hoy muestra Colombia.
Sin embargo, pretender vender la idea
de que gracias al perdón de Santos, por demás absurdo, las FARC podrian ir
creciendo politicamente en Colombia hasta lograr por los votos lo que jamás
pudieron con las armas , es decir el Poder, sencillamente es de una inocencia
casi infantil.
La firma del acuerdo de paz con las
FARC es criticable porque les olvida sus delitos cometidos, pero sólo por eso y
no porque les abra al camino para tomarse a Colombia lentamente.
Eso es mucho mas dificil que asaltar
una comisaria o secuestrar a un ganadero porque necesita liderazgo , carisma, un
buen discurso y sobre todo el OLVIDO del pueblo colombiano, algo que por lo visto
hoy en Armenia está muy lejos de conseguirse.
El Cotejo
No hay comentarios:
Publicar un comentario