En las redes està circulando una carta maravillosa de Sumito Estévez donde nos cuenta una historia que se parece mucho a la de otros venezolanos que algunas vez creimos en un sueño llamado chavismo.
No se trata de un arrepentimiento o de un mea culpa. Igual que Sumito, disfruté con pasión esos momentos, aunque en mi caso la fiebre ya se me habia pasado en el 98. De hecho no voté por Chávez, pero tampoco por Salas Romer para que no me llamaran de derecha. Simplemente no voté en esas elecciones.
Tenia obstinada a mi familia con el tema del 4F. Incluso lleguè a deci que quien no era chavista no tenia sangre en las venas. Hoy sigo pensando que esa frase fue correcta en ese momento. Sòlo agregaria que era válida para las personas apasionadas como yo. Existe mucha gente serena, tranquila , mas racional que simplemente Chàvez no los cautivó y eso lo respeto HOY.
Entre esas personas está mi esposa, que nunca se sentió seducida por el discurso de Chàvez. No soportaba mis perolatas etilicas especialmente entre el 5F y el 12F. Fueron 7 dias de un alto consumo de cervezas donde no existia otro tema que hablar de CHAVEZ, CHAVEZ, CHAVEZ..........
Cómo olvidar esa canción mi veces escuchada, de Cristóbal Jiménez, llamada "El último hombre a caballo".
Seamos sinceros, si toda la intelectualidad caraqueña incluyendo a José Ignacio Cabrujas ,Angela Zago, Enrique Otero Silva y casi todos el grupo Colina, se postrò ante un hombre que arriesgó su vida por un ideal, que se podria esperar entonces de muchos venezolanos comunes y corrientes, seguidores del Magallanes, bebedores de cervezas, jugadores de bolas criollas y dominó, amantes de la música criollas, admiradores del Conde de Guácharo y hastiados de los adecos y copeyanos?. Todos eramos almas fácilmente contagiables del tema de moda.
El problema grave es que esa pasión se mantuvo en muchos venezolanos por un tiempo tan prolongado que ahora es cuando muchos están despertando de ese largo sueño.
Todo amor apasionado es ciego y no mide las consecuencias. Ese es el problema central de todo ésto, Pero para mi no hay que autoflagelarse . Asi somos los caribeños y ahora estamos viviendo los efectos de un ratón social, politico y económico luego de una larga rumba de 15 años.
Quizás por eso , a muchos politicos y analistas les cuesta entender que el pueblo venezolano no se haya levantado en contra de esta situaciòn tan dura que está viviendo. En el fondo el venezolano común sabe que tiene su cuota de culpabilidad y se dice a si mismo: está bien, me exageré con Chávez, apoyé todas sus locuras sin pararle mucho y por eso ahora tengo un intenso dolor de cabeza que no me deja dormir tranquilo, pero fui feliz durante mas de 10 años.
Esa aparente irresponsabilidad del venezolano hay que entenderla muy bien para poder comprender su comportamiento. Estoy seguro que de esa década de errores todos hemos aprendido mucho y dificilmente otro lider podrá obligarlo a olvidarse de la realidad de esa manera tan obsesiva y vivir de nuevo una dècada de locuras.
Se acabó la rumba y muy pronto el ratón , ahora nos queda ordenar la casa para una próxima fiesta , pero mucho menos desrrapada.
El Cotejo